Estimad@s compis del mcep:
En respuesta a vuestro correo, y dado que no puedo ir este
año, os envío parte de un escrito que hice para un Grupo de Opinión al que
pertenezco y que ha empezado a rodar este curso en Huelva, con gente de
diferentes sectores dentro del ámbito educativo. Teníamos que escribir qué tipo
de escuela queríamos para trabajar en ella y qué tipo de alumnado. Al principio
no sabía qué escribir, pero luego me dije, además de como maestra, en este
grupo estoy como representante del mcep, así que…
Os envío lo que para mí ha
sido pertenecer al mcep durante estos años.
“¿Qué
escuela queremos?
En las circunstancias
actuales de crisis económica y de carencia democrática a nivel global, el panorama educativo no es nada optimista.
Sin embargo, defendemos una escuela que cree profundamente en el alumnado, que
le da la palabra y permite que participe en su propia formación, que desea y
promueve su éxito a nivel escolar, que lo equilibra afectivamente, que lo educa
como ciudadano libre y responsable y que aprovecha los avances científicos para
la aplicación de sus técnicas. Todo esto es imprescindible para construir un
futuro de esperanza.
Sebastián
Gertrúdix.
(MCEP DE CATALUÑA)
La
Enseñanza y la escuela, al servicio de la comunidad.
Cuando he reflexionado sobre
por qué me uní al MCEP, como Movimiento de Renovación Pedagógica, al hilo de la
pregunta que nos hemos hecho en el grupo sobre ¿Qué escuela queremos?, me he
dado cuenta de cuáles son los puntos de apoyo que han hecho que siga con ellos
después de veinte años. ¿En qué coincido con este movimiento? ¿Cuáles son los
principios que comparto?
Además de suscribir las palabras del compañero
que nombro arriba, comparto otros principios que se me han grabado en el ADN ya
para siempre y que son los siguientes:
- Porque defienden que somos docentes que creemos en una enseñanza, una educación y un centro escolar al servicio de toda la comunidad y que, en última instancia, queremos transformar la escuela al tiempo que se transforma la sociedad en la que se inserta.
- Para conseguir esto se busca una metodología que acompañe a esta forma de entender la educación. El contexto que nos rodea puede ser hostil, pero ello no debe menguar las ganas de trabajar bajo estos principios, al margen del poder institucional bajo el que tengamos que sobrevivir.
- Porque fomentan que en las escuelas el alumnado y el profesorado trabajen en libertad, con creatividad y autonomía, e intentan conseguir entre todas las personas implicadas la autogestión en el funcionamiento tanto del aula como del centro.
- Como consecuencia, creen que la escuela y el aprendizaje han de ser una fuente de placer para el niño y la niña. Es el éxito y no el fracaso el motor que debe mover nuestro trabajo. Buscan una educación para el éxito, para conseguir la felicidad de nuestro alumnado, que no quiere decir una educación de la facilidad, sino que el esfuerzo, el trabajo y las dificultades sean bien recibidas cuando contribuyan al crecimiento de los niños y niñas como personas.
- Porque coinciden en que, como decía Freinet, el alumnado tiene que conocer su entorno para cambiarlo y transformarlo. Esto solo se podrá conseguir con la cooperación entre todos los ámbitos que inciden en la Educación. Solo el conocimiento y el reconocimiento mutuos nos pueden llevar a la paz y a la democracia. Y ahí enlaza con la descripción de POPULAR, una escuela al alcance de tod@s sin privilegios.
En definitiva, que quieren una
escuela que se centre en la persona, que dé sentido al trabajo del aula y que
se abra a la vida. Una escuela que promulgue la interrelación entre filosofía y
práctica, que investigue, que promueva la formación; que articule de manera
coherente la libertad y la creatividad de cada individuo y el compromiso
colectivo; el respeto hacia la propia iniciativa y la cooperación entre los
diferentes sectores.”
Por eso, por todo esto, me uní al MCEP hace más de veinte
años, aunque en aquel momento… no lo sabía; solo veía a gente “muy guay”, que
me caía muy bien, que se llevaba muy bien con los niños, con las familias, que
hacían cosas divertidas y ¡A PESAR DE ESO! los chiquillos aprendían y no tenían
problemas de disciplina en sus clases. Lo único malo era que trabajaban mucho y
que se implicaban mucho y que inventaban
mucho. Agotador. ¡Me encantó! Gracias por todo.
Carmen Romero
MCEP Huelva
gracias carmen, una explicación estupenda de lo que es el MCEP, sobretodo para lxs primerizxs. saludos
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