lunes, 24 de junio de 2013

“Sobre una torre había una mujer de túnica blanca ...


“Sobre una torre había una mujer, de túnica blanca, peinándose la cabellera, que le llegaba a los pies. El peine desprendía sueños, con todos sus personajes: los sueños salían del pelo y se iban al aire.”

 (E. Galeano)

 



















Buscando una frase para un trabajo del cole y, (¡Como no podía ser de otra manera en esta temporada¡¡¡) Cae a mis ojos el párrafo anterior…
 

Muerta de vergüenza y corte (abusar de mis compi no me gusta) se lo mando por Wasap… por si le sugiere algo, y le apetece y puede hacerlo…
La imagen que va con el texto, es otra de sus obras de arte… que nos regala.


Colocadle a la mujer cada una de las palabras con las que soñéis en nuestra escuela: laica, diversa, gratuita, multicultural, científica, cooperativa, reflexiva, abierta, crítica,, participativa, democrática, inclusiva, investigadora, gozosa,… Esas palabras y otras… pueden seguir cayendo de su pelo… pónselas, cuéntanoslas…


También caen de su pelo todo aquello que hace posible ese tipo de escuela nuestro:

  • -Sensibilidad del adulto para leer la mirada de los niños y niñas
  • -Compromiso
  • -Compartir ideas
  • -Trabajo en equipo, el grupo
  • -Generadora de posibilidades
  • -Libertad para crear, para jugar, para gozar
Gracias Compi por las manos cooperativas que tienes
Gracias amigos y amigas por haber llegado hasta aquí juntxs…


 
Comisión empezando a despedirse o
Comisión en la penúltima carta de difusión y propaganda


 


Os añado el texto completo de Galeano… me parece primoroso

El país de los sueños

 
Era un inmenso campamento al aire libre.


De la galera de los magos brotaban lechugas cantoras y ajíes luminosos, y por todas partes había gente ofreciendo sueños en canje. Había quien quería cambiar un sueño de viajes por un sueño de amores, y había quien ofrecía un sueño para reír en trueque por un sueño para llorar un llanto bien gustoso.


Un señor andaba por ahí buscando los pedacitos de un sueño, desbaratado por culpa de alguien que se lo había llevado por delante: el señor iba recogiendo los pedacitos y los pegaba y con ellos hacía un estandarte de colores.


El aguatero de los sueños llevaba agua a quienes sentían sed mientras dormían. Llevaba el agua a la espalda, en una vasija, y la brindaba en altas copas.


Sobre una torre había una mujer, de túnica blanca, peinándose la cabellera, que le llegaba a los pies. El peine desprendía sueños, con todos sus personajes: Los
sueños salían del pelo y se iban al aire.


“El libro de los abrazos”  (E.Galeano
)

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